La meditación se ha practicado por miles de años. Originalmente el propósito de la meditación era de ayudar a profundizar la comprensión de lo sagrado y las fuerzas místicas en la vida. En la actualidad, la meditación comúnmente se usa para relajamiento y reducción del estrés.
Está considerada un tipo de medicina complementaria para mente y cuerpo.
Puede producir un estado de relajamiento profundo y una mente tranquila.
Durante la meditación, concentras tu atención y eliminas el flujo de pensamientos confusos que pueden estar llenando tu mente y provocándote estrés. Este proceso puede resultar en un realce del bienestar físico y emocional.
Tipos de meditación:
- Meditación guiada (un maestro o guía te dirige a través del proceso: formas imágenes mentales de lugares o situaciones que te relajen. Se pueden incluir sonidos, olores, texturas, etc)
- Meditación con mantra (repites en voz alta o en silencio una palabra o frase calmante)
- Meditación de consciencia plena – expandes tu percepción, te concentras en lo que sientes durante el proceso: el flujo de tu respiración, pensamientos o emociones (pero los dejas pasar sin enfocarte en ellos)
- Tai chí – forma suave de las artes marciales chinas, se realizan una serie de posturas de manera lenta y llena de paz, mientras practicas la respiración profunda.
- Respiración de fuego – técnica que consiste en hacer que la respiración más poderosa, la exhalación es activa y la inhalación pasiva.
- Yoga – Posturas y ejercicios controlados de respiración para promover un cuerpo más flexible, y fuerte. A su vez de conseguir poner tu mente neutral.
Existen tantos tipos de meditación como te imagines, pero también es importante recalcar que no necesitas realizar una serie de pasos para conseguir un momento de paz. Se le puede llamar meditación a eso que te centra, como, por ejemplo: pintar, bailar, jugar algún deporte, caminar al aire libre, etc.